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¿Qué es un crisol?

Un crisol es un recipiente que se utiliza para fundir sustancias, por lo general elementos metálicos, antes del moldeado. Por ello, ha de tener una resistencia extremadamente alta a la temperatura, además de una excelente estabilidad química y física. Como mínimo, los crisoles deben tener un punto de fusión superior al de los materiales que contienen. También deben ser químicamente compatibles con las fundiciones; de lo contrario, existe el riesgo de que se produzcan reacciones entre las paredes del recipiente y la sustancia fundida. Esto puede provocar un rápido deterioro del crisol y la contaminación por material fundido.

¿Para qué se utilizan los crisoles?

A menudo, la palabra crisol se utiliza en sentido metafórico para describir una situación drástica en la que múltiples elementos interactúan para crear algo nuevo. Esta es una descripción adecuada de los principios de funcionamiento reales de los crisoles en las industrias y los laboratorios de hoy en día.

Los crisoles se han utilizado durante milenios para la fundición de metales y la creación de aleaciones, añadiendo una combinación de polvos metálicos o blancos y calentándolos hasta alcanzar el punto de fusión. Para estimular la mezcla, se puede aplicar cierta agitación mecánica antes de que el material fundido se vierta en un molde para obtener barras, lingotes o perfiles semiacabados. Este proceso de fundición en crisol también es fundamental para el reciclaje de pequeños lotes de chatarra metálica. Los crisoles de acero reforzado pueden utilizarse en la industria secundaria del aluminio. Sin embargo, los crisoles de acero son propensos a la descamación, lo que puede dar lugar a problemas de contaminación.

Por su parte, los crisoles de laboratorio se utilizan en toda la gama de experimentación y preparación científicas. Los crisoles con calidad de laboratorio están formados por materiales para altas temperaturas que presentan una probabilidad marginal de contaminar el analito. Esto es fundamental en química analítica y para la preparación de muestras para la determinación de la presencia de cantidades pequeñas y muy pequeñas de los componentes de una muestra. Por tanto, solo los materiales inertes con resistencia a las altas temperaturas, como el platino o el circonio, son adecuados para aplicaciones científicas.

Diferentes tipos de crisoles

Los crisoles se diferencian principalmente por la aplicación, el material y el perfil, aunque algunos se distinguen también por el hecho de utilizar o no una cubierta/tapa.

Hay crisoles industriales y científicos, existiendo cierta superposición en algunos sectores en los que los resultados o procesos deben validarse mediante análisis de laboratorio. En estos casos, se utilizarán crisoles inertes hechos de cerámica/componentes metálicos inertes, en lugar de los crisoles habituales de grafito o acero. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, el platino, el circonio y el carburo de silicio. A continuación, se recogen algunos ejemplos de crisoles de aleación de platino:

  • Crisoles de platino puro, con un punto de fusión superior a 1770 °C;
  • Aleaciones de platino-rodio compuestas por un 10 % o un 3,5 % de rodio, con un punto de fusión de 1780-1850 °C;
  • Aleaciones de platino-oro con un 5 % de oro y un punto de fusión cercano a 1850 °C.
  • Aleaciones de platino-oro-rodio, compuestas en un 5 % de oro y en un 5 % de rodio, con excepcionales propiedades combinadas.

Las geometrías y los perfiles de los crisoles muestran variaciones importantes, y cada aplicación requiere soluciones diferentes. Lea nuestro artículo sobre la gama de crisoles de platino para obtener más información acerca de las diferencias entre los crisoles de forma estándar y los crisoles de materias volátiles.

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